Esta es la historia de dos famosos pescadores de la antigüedad, y de cómo terminaron sus días por ejercer unas malas prácticas de pesca.El primero de ellos era un pescador honrado llamado Moisés, que pescaba lo justo para vivir pues decía que no había que sobreeexplotar los recursos. Pero un día recibió la visita de uno del Planeta de Agostini o algo así y le vendió unos fascículos de pesca ( foto), que le sirvieron para aprender una técnica devastadora. Moisés comenzó a utilizar la técnica de "separación de aguas" en arroyos de montaña y más tarde empleó dicha técnica en ríos y embalses. La gente se maravillaba de sus capturas. Pero Moisés un día se fue a la playa con unos colegas y se le ocurrió pillar unos peces en el mar. Se puso manos a la obra, pero al mirar tantos peces le pudo la codicia y debido a sus actos le rompió el castillo de arena al hijo del faraón que se encontraba en la otra orilla. El niño desconsolado advirtió a su padre Ramsés, y este al ver que Moisés estaba dejando el mar de color rojo de tanta sangre proveniente de los peces lo mandó apresar. Tras un juicio rápido Moisés fue condenado a caminar durante años por el desierto con sus colegas para asegurarse que lo único que pudiese separar fuesen las ardientes arenas. Se sabe que murió de una sobredosis de agua pues bebió durante horas cuando encontró un oasis.
El segundo de los pescadores era Jesús o "Suso" como le llamaban sus amigos, y curiosamente decían que era hijo del que le había vendido los fascículos a Moisés, o sea que su padre era el de Planeta de Agostini. Y seguramente lo fue pues tenía fascículos de casi todo y el tío era un "coco" y con el tiempo recibió un curso de magia borrás por correspondencia. Estos dos factores fueron determinantes en lo que un día mostró a sus colegas. Suso se fue a un lago y comenzó a caminar sobre las aguas ( unos decían que llevaba unas chancletas de foam, pero nunca se supo ) y cuando llegó a una zona de algo de calado sacó un pez. Luego se lo llevó a la orilla y allí comenzó a multiplicarlos. Pero un día Suso pensó que si un pez lo convertía en veinte, mil peces le darían veintemil y prosiguió sus cuentas, entonces decidió echar las redes para hacer una buena pescata que quedase reflejada en los libros de historia. Jesús se fue a un acotado donde habían soltado infinidad de peces para el campeonato romano de pesca. En cada postura echó y sacó las redes cargadas de peces durante toda la noche hasta que dejó el río sin ningún pez. ( En dicho río los carteles tuvieron que cambiarlos por los de "agotado de pesca" ). Con el cansancio acumulado Jesús se quedó dormido a la orilla del río con una montaña de peces a sus pies y un furtivo llamado Judas que pasaba por allí lo miró y avisó al guarda.
Con una tremenda leche despertaron a Suso los participantes del campeonato y para su escarmiento le propinaron una brutal paliza y después decidieron crucificarlo, como es costumbre romana. Y lo crucificaron junto a dos individuos que le entraron en el corral al emperador y le mataron el pavo real para montar unas Coachman.
En fin como dicen los refranes: "la avaricia rompe el saco" y "quién mal anda mal acaba" así que respetad las normas que aunque no os gusten están ahí para algo.
El segundo de los pescadores era Jesús o "Suso" como le llamaban sus amigos, y curiosamente decían que era hijo del que le había vendido los fascículos a Moisés, o sea que su padre era el de Planeta de Agostini. Y seguramente lo fue pues tenía fascículos de casi todo y el tío era un "coco" y con el tiempo recibió un curso de magia borrás por correspondencia. Estos dos factores fueron determinantes en lo que un día mostró a sus colegas. Suso se fue a un lago y comenzó a caminar sobre las aguas ( unos decían que llevaba unas chancletas de foam, pero nunca se supo ) y cuando llegó a una zona de algo de calado sacó un pez. Luego se lo llevó a la orilla y allí comenzó a multiplicarlos. Pero un día Suso pensó que si un pez lo convertía en veinte, mil peces le darían veintemil y prosiguió sus cuentas, entonces decidió echar las redes para hacer una buena pescata que quedase reflejada en los libros de historia. Jesús se fue a un acotado donde habían soltado infinidad de peces para el campeonato romano de pesca. En cada postura echó y sacó las redes cargadas de peces durante toda la noche hasta que dejó el río sin ningún pez. ( En dicho río los carteles tuvieron que cambiarlos por los de "agotado de pesca" ). Con el cansancio acumulado Jesús se quedó dormido a la orilla del río con una montaña de peces a sus pies y un furtivo llamado Judas que pasaba por allí lo miró y avisó al guarda.
Con una tremenda leche despertaron a Suso los participantes del campeonato y para su escarmiento le propinaron una brutal paliza y después decidieron crucificarlo, como es costumbre romana. Y lo crucificaron junto a dos individuos que le entraron en el corral al emperador y le mataron el pavo real para montar unas Coachman.
En fin como dicen los refranes: "la avaricia rompe el saco" y "quién mal anda mal acaba" así que respetad las normas que aunque no os gusten están ahí para algo.
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