viernes, 27 de agosto de 2010

Hablando claro

Si he aprendido algo en la vida, es que hay que ser concisos cuando se habla, pues a veces aparecen malosentendidos. Y la pesca no se iba a librar de estos problemas.
Paso a relataros posibles confusiones.

Imaginaos la situación:
Estáis practicando el lance en el jardín de casa y mostrándole a vuestro hijo el noble arte de la presentación en la pesca con mosca.
Hay un seto alto y tupido que os separa de la calle.
Le decís a vuestro retoño que vaya proyectando línea y entonces sale por vuestra boca:
-Muy bien hijo. ¡¡Sácala toda!!
La guardia civil se presenta en pocos minutos porque un viejo que pasaba por el lugar llamó a los agentes, pensando que el padre era un deprabado y quería que su hijo le enseñase el miembro (y no me refiero ni a brazos ni a piernas).
En estos casos, la frase correcta sería:
-Muy bien hijo. ¡¡Saca toda la linea!!. Podemos añadir: - del carrete.

En otra ocasión estamos con un compañero de pesca bajo un puente bajo, pero ancho.
No sabes qué mosca atar y te estás cagando en todos los bichos del libro de entomología.
En eso que le preguntas a tu compañero: -¿Será de la mosca?
Y tu compañero te dice: -Vamos a ver ... enséñamela.
La policía nacional se persona en el lugar, porque un viejo que pasaba por el puente, escuchó la barbaridad y llamó a la policía.
Tras unas explicaciones, los agentes entran en razón ... y te dejan ir sin esposas en el coche.
Con lo fácil que hubiera sido decir: -Vamos a ver ... enséñame la mosca (que tienes puesta).

En una rasera, junto a unos arbustos que impiden la visión del río Tormes desde el paseo fluvial, estás intentando sacar un buen hucho. Cuando tu compañero consigue afianzar al pez en la sacadera lo intentas liberar del anzuelo.
Con la caña en los brazos es muy difícil, así que tu compañero te dice: -¿Te molesta la caña?
Y tú de inocente le dices: -Agárramela (o sujétamela).
En ambos casos estás jodido. El viejo de antes ya ha marcado en el móvil el cero y el nueve ... pero espera un momento.
La cagas por completo cuando exclamas: - !!Ahora sí¡¡
El viejo marca el uno y la policía ya viene de camino.
El escándalo hace que te lleven detenido y te pierdes la oportunidad de seguir pescando en el coto de Galisancho. La próxima vez que tengas la oportunidad de volver a pescar ese coto, la humanidad ya habrá colonizado Marte.
Con un simple: - Agárrame (o sujétame) la caña. Ahora si puedo liberar al pez. (Y seguir pescando).

Los problemas crecen si tomas una instantánea de una de tus capturas. En muchos casos, el afortunado pescador es el que lleva la cámara en uno de los múltiples bolsillos del chaleco.
Le pides a tu compañero que inmortalice el momento y a continuación (como la cámara te ha valido 800 euros de oferta) le dices: - Espera un momento que suelte el pez.
Como tienes las manos mojadas al final tendrá que depositar la cámara en el mismo bolsillo del que salió y le dices: - Métemela con cuidado.
El viejo, que camina más que un perro en celo, está cerca y escucha la barbaridad.
Si no te saltan un grupo de geos encima, has tenido suerte. Pero una pareja del seprona accede de buen grado a realizar la detención.
Te van a caer más años de cárcel, que los que lleva inventada la bombilla. Y de aquella Franco aún iba a la escuela.
Y seguro que aún te estás lamentando por desaprovechar el coto de Galisancho.
Pero hombre ... mira que es sencillo completar la frase: - Métemela con cuidado en el bolsillo superior del que la quitaste cuando yo no pude hacerlo. También hubiera valido: - Guárdame la cámara en el bolsillo.

Nunca ... nunca ... pero bajo ningún concepto ... se te ocurra comer un bocadillo a pie de río, si está el viejo ese cerca. Y sino aseguraos de que todos los bocatas son del mismo tamaño.
¿Por qué?
Pues porque si estas con tus compañeros de pesca y os disponéis a comer un bocadillo de lo que sea, a alguno se le puede ocurrir exclamar:
- ¡¡Qué grande es el tuyo!!
Pero lo peor sería continuar y preguntar:
-¿Me lo dejas probar? Tiene buena pinta.
Es posible que aparezca la policía secreta y os encañonen con sus armas reglamentarias por escándalo de proporciones bíblicas.
Puedes venir mentalizado de casa para decir:
-¡¡Menudo bocata!!
-¿Me dejas degustar o darle un mordisco a tu bocadillo de ... (lo que sea)?
Te ahorrarás muchas explicaciones y aún tendrás oportunidad de ir buscando número para el coto de Galisancho.

Y la regla de oro de la pesca es la siguiente. Tenedlo muy en cuenta:
"No se puede enfadar uno con su compañero por muchos peces que saque"
La situación se puede presentar de la siguiente manera:
Estas tú y tu compañero pescando truchas (huchos no, porque te quedaste sin coto) y elaboras meticulosamente un bajo terminado en un 0.10 de fluorocarbono. Atas la mosca elegida en función de las eclosiones que se aprecian en las inmediaciones y te dispones a entrar en la tabla con sumo cuidado, para que las truchas no aumenten el grado de alerta.
Dos horas después ni picada.
Tu compañero decide probar suerte en la misma tabla. El bajo de línea termina en un 0.30 por si entra un buen truchón. La mosca, una de esas de salmón que vienen con un imperdible para poner en el chaleco, solo que sin imperdible y sin la bolita que evita que te pinches.
Al bajar al río, un pie se engancha en una zarza y cae en plancha sobre la orilla. Las truchas que menos se han asustado, reservan billetes por internet para irse a algún río de la Patagonia.
Aún así tu compañero decide probar suerte.
Primer lance y la mosca, en lugar de hundirse, deriva sobre la superficie. Cuando va a levantar la línea del agua, para ver lo que pasa ... Zaaaaas. Truchón de más de 2 kilos.
-¡¡¡¡Joooooder!!!!. Exclamas en voz alta.
El viejo se acerca sigiloso.
El segundo lance hace que la linea pase sobre una rama baja. Vas recuperando línea y cuando la mosca se separa de la superficie ... Zaaaaas. Otra tremenda pintona que toma el engaño (por llamarlo de alguna manera) y rompe la rama sobre la que descansaba la linea.
Gracias a la sacadera, que le has prestado amablemente, tu compañero consigue sacar un pepino (trucha grande) de 4 kilos y medio pasados.
- Me cago en tu p... m.... (no en el sentido literal).
El viejo está junto a tu compañero, cual lince al acecho del conejo (mamífero de cuatro patas y grandes orejas, antaño muy abundante).
Tercer lance. Muy largo.
Piii Piii Piii
Le suena el móvil a tu compañero y pulsa el botón para contestar.
Se habían equivocado. La mosca está casi en sus pies.
Cuando se dispone a hacer un lanzado rodado, un tremendo hucho de 13 kilos, que habían soltado en ese río, para comprobar la viabilidad de su introducción en dicho cauce, se clava en la imitación (¿imitación de qué? si parece un drag queen en miniatura) de tu amigo.
Entonces comienzas a andar hacia tu coche y gritas:
-¡¡QUE TE DEN POR CULO!!
Antes de que tu amigo se de cuenta el viejo dice:
-Me ofrezco voluntario.
El vadeador frena los primeros envites, pero el transpirable no incluía culera de kevlar.
Los gritos se escuchan en todo el valle. Una violación en toda regla.
Tu piensas:
-¿Dónde están las autoridades en estos casos?
Esas autoridades que "sin querer", te dan por culo (en el sentido figurado) a diario.
-Tiene usted la luz del freno de mano fundida.
-¿Con que se le ha olvidado la licencia en casa?
-¿Así que no miró el cartel de "vedado de pesca"?
Y un largo etcétera.

Total, que te tienes que tragar la ira y felicitar a tu amigo, por esos "golpes de suerte" (a él si que lo golpeabas de buen grado) y por ser el tipo más iluminado por nuestro señor, bajo las estrellas.
Entonces articulas un eufórico:
-Enhorabuena por esa captura y por la otra y por el hucho de 13 kilos (no podría ser de 14. Tú que eres supersticioso).

Por cierto; mientras tu compañero saca los truchones no se te ocurra decir (ni siquiera pensar):
-Me estás tocando los cojones.
Esto podría desencadenar una intervención por parte de las autoridades pertinentes.

Así que recordad:
Hablad con propiedad y terminando las frases. Utilizando siempre las palabras necesarias y sin omitir los adjetivos más obvios.
Esto os sacará de muchos apuros y evitará la vía penal (Con lo de penal me refiero a la ley. No seais mal pensados jejeje), que al fin y al cabo siempre tiene solución.
Y esto siempre será mejor que las secuelas físicas que te pueda ocasionar un encontronazo con un anciano que pueda apodarse "el morcillón".

3 comentarios:

Barbux dijo...

Una vez mas te has superado con caracteristico humor.
Original, y por supuesto totalmente cierto. Miraremos encima del puente antes de hablar a ver si va a estar el viejo.......jajajajaj
Muy bueno Jose

Anónimo dijo...

Solamente : auténtico,y es verdad,que los yáyos son muy cotillas y se ponen rapidamente a "maquinar...";yo me río mucho con ellos (siempre teniendóles máximo respeto);jugándo con esa ¿debilidad? súya.Sálu2 y me gústa tú blóg ;por el húmor ingenioso y no por los égos y núlas discrecciones;que pulúlan por doquíer.

Mystra dijo...

Jajajajaj. muy bueno!!
Pero los malos entendidos se dan en muchas mas situaciones.
Por ejemplo, en mi caso me llaman la chica de los minupuntoS(cada vez que dices algo que parece algo obsceno), porque los hago y ni siquiera me doy cuenta.
Estoy con los amigos sentados en una baranda. Y aparece otro, y no tiene espacio para sentarse, viene y se apechuga a ti y entonces le dices al amigo del otro lado: córrete.
Y claro se ponen a reirse, pero es mi vocabulario utilizado.Yo que culpa tengo que a "eso" tambien se le llame correrse.
O otra vez que me pregnutaron que clases de juegos te gustan, a que te apetece jugar (soy friki, estoy todo el dia con juegos frikis como bang y el palo, el hombre lobo jej)bueno y tu dices, me da igual, estoy abierta a toda clase de juegos, y claro pos se rien. Que culpa tendre yo.... T_T
;)